- El Inicio Del Desastre Del Metro De Samuel
- Conagua Reprende Al Gobierno Estatal
- Cierres Viales Y Caos
- Fallas En El Aeropuerto Y Drenaje Destruido
Los desastres por el Metro de Samuel ya son parte de la vida diaria en Monterrey. Lo que el gobernador presentó como una obra “histórica” se ha convertido en un símbolo de improvisación, daño urbano y falta de planeación. Las promesas de modernidad se desmoronan junto con estructuras mal construidas, calles intransitables y una ciudadanía harta de pagar los errores del gobierno estatal.
El Inicio Del Desastre Del Metro De Samuel
El primer gran error se registró el 21 de mayo, cuando una estructura de la Línea 6 del Metro colapsó en Apodaca. Las imágenes de varillas dobladas y maquinaria aplastada circularon en redes sociales, mostrando lo que el gobernador Samuel García había intentado ocultar: su obra estrella carece de seguridad y control técnico.
🚧 Colapsa estructura de varillas en obras del Metro L6 en Av. Miguel Alemán, #Monterrey.
— noticias con cafe (@noticiascafee) May 22, 2025
Sin lesionados, pero es el 2° incidente similar en un mes.
📍 Autoridades atribuyen el fallo a un cable que se trabó con una plataforma.#MetroMTY #NoticiasNL #NuevoLeón pic.twitter.com/1Kt8WmwZb1
Incidente Pudo Terminar En Tragedia
El incidente, que pudo haber terminado en tragedia, fue minimizado por las autoridades. Ninguna explicación clara, ningún responsable sancionado. Solo el silencio de un gobierno más preocupado por la imagen que por la integridad de los trabajadores.
Conagua Reprende Al Gobierno Estatal
Una semana después, el 28 de mayo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) lanzó una advertencia formal al gobierno de Samuel García. Ordenó el retiro inmediato de los escombros y tierra acumulados en el cauce del río Santa Catarina, provocados por las obras de la Línea 4 del Metro.
El organismo federal advirtió que el material bloqueaba el flujo natural del río y aumentaba el riesgo de inundaciones durante la temporada de lluvias. Fue la primera llamada de atención directa al gobierno estatal, exhibiendo la falta de planeación ambiental y la irresponsabilidad con la que se desarrollan las obras.
Cierres Viales Y Caos
El 8 de julio, miles de automovilistas quedaron atrapados en el Par Vial Constitución–Miguel Alemán, debido al cierre de los carriles exprés por trabajos del Metro. Las rutas alternas recomendadas por el gobierno resultaron un fracaso, y los traslados de 30 minutos se convirtieron en viajes de más de hora y media.
Mientras la ciudad colapsaba, Samuel García publicaba videos en redes sociales hablando de “progreso” y “obras aceleradas”. Lo que no mencionó fue el desastre cotidiano que él mismo provocó: una movilidad paralizada y una capital atrapada entre polvo, maquinaria y promesas vacías.
Las Lluvias Destapan El Desastre Del Metro De Samuel
El 8 de septiembre, una fuerte lluvia bastó para que Monterrey quedara bajo el agua. Una mujer mayor tuvo que ser rescatada de una corriente en Gonzalitos, una zona que jamás había sufrido inundaciones de tal magnitud.
Seis Pilotes Dañaron El Drenaje
Investigaciones revelaron que los pilotes de la Línea 4 del Metro fueron incrustados en el ducto pluvial que cruza Constitución, obstruyendo el paso del agua. En otras palabras, fue el propio gobierno estatal el que causó el desastre.
Lejos de reconocer su responsabilidad, Samuel García se limitó a culpar a las “lluvias atípicas”, una excusa que los ciudadanos ya no creen. Las inundaciones fueron resultado directo de la negligencia y soberbia del mandatario, no del clima.
Fallas En El Aeropuerto Y Drenaje Destruido
El 21 de octubre, el Aeropuerto Internacional de Monterrey reportó intermitencias en su red de internet por las obras de la Línea 6 del Metro. Las fallas afectaron los sistemas de registro y atención de vuelos, generando molestias a cientos de pasajeros.
Cinco días después, el 27 de octubre, se reveló que los pilotes de la Línea 4 del Metro destruyeron parte del drenaje pluvial en la zona de Venustiano Carranza y Constitución. Con ello se confirmó que los daños no eran incidentes aislados, sino consecuencia directa de una obra sin control técnico ni supervisión.
La respuesta del gobernador fue, otra vez, el silencio. Sin conferencias, sin transparencia y sin admitir los errores que ya tienen a Monterrey al borde del colapso urbano.
Un Gobernador Sin Control Ni Rumbo
A lo largo de estos meses, los desastres por el Metro de Samuel han evidenciado una administración guiada por la improvisación. Samuel García ha demostrado que su prioridad no es la seguridad ni el bienestar de la gente, sino el discurso triunfalista que intenta mantener a toda costa.
Las nuevas líneas del Metro, lejos de mejorar la movilidad, han multiplicado los problemas: colapsos, cierres, inundaciones y afectaciones en servicios públicos. Los organismos federales, los expertos y los ciudadanos coinciden en lo mismo: se construye sin planeación, sin supervisión y sin responsabilidad.
El gobernador que prometió “hacer historia” lo ha logrado, pero por las razones equivocadas. Su Metro improvisado ya forma parte del legado de errores que hunden a Monterrey en un caos que tardará años en repararse.
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